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*Note that given that I selected the entirety of the first part of the Poema for my project, I will not include the full 30 pages here. Below is a selection of 250 words, which will be used for my recording.
De los sos ojos tan fuertemientre lorando
tornava la cabeça e estávalos catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cannados,
alcándaras vazías sin pielles e sin mantos
e sin falcones & sin adtores mudados.
Sospiró Mío Çid ca mucho avíe grandes cuidados.
Ffabló Mío Çid bien & tan mesurado:
«¡Grado a tí, Sennor, Padre que estás en alto!
¡Esto me an buelto míos enemigos malos!»
Allí pienssan de aguijar, allí sueltan las rriendas.
A la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
e entrando a Burgos oviéronla siniestra.
Meçió Mío Çid los ombros e engrameó la tiesta:
«¡Albriçia, Álbar Ffánnez, ca echados somos de tierra!»
Mío Çid Ruy Díaz por Burgos entrava,
en su conpanna LX pendones.
Exíenlo ver mugieres e varones,
burgeses & burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos tanto avíen el dolor.
De las sus bocas todos dizían una rrazón:
«¡Dios, qué buen vassalo! ¡Si oviesse buen sennor!»
Conbidarle íen de grado mas ninguno non osava;
el rrey don Alfonsso tanto avíe la grand sanna,
antes de la noche en Burgos dél entró su carta
con grand rrecabdo e fuertemientre sellada,
que a Mío Çid Ruy Díaz que nadi no l’ diessen posada,
e aquel que ge la diesse sopiesse vera palabra
Modern Spanish
Con los ojos anegados tan fuertemente en llanto
Hacia atrás vuelva la vista ya quedaba contemplándolos.
Y vio las puertas abiertas y postigos sin candados;
están vacías las perchas, sin las pieles ni los mantos;
también faltan los halcones y los azores mudados.
Y suspira Mío Cid por tantas penas cuitado.
Y habló luego, como siempre, tan justo y tan mesurado:
<<¡Loado seas, Señor, Padre que estás en lo alto!
Los malditos enemigos me han traído este quebranto.>>
Ya aguijan a los caballos y ya les sueltan las riendas.
En saliendo de Vivar ven la corneja a la diestra,
Mientras que al entrar en Burgos la llevaban a su izquierda. El Cid encoge los hombros y sacude la cabeza:
<<¡Albricas, buen Alvar Fáñez, nos echan de nuestra tierra;
Pero con honra más alta hemos de volver a ella!>>
Mío Cid Ruy Díaz en Burgos entró,
Sesenta pendones lleva alrededor;
salían a verle mujer y varón
Y en cada ventana se escucha un clamor,
Los ojos llorando cuentan su dolor
De todas sus bocas sale un razón:
<<¡Dios, que buen vasallo, con un buen señor!>>
Con gusto le hospedarian, pero ninguno lo asaba:
temían al rey Alfonso, que al Cid tiene mucha saña.
Antes de caer la noche, a Burgos llega una carta
Con órdenes muy severas y fuertemente sellada:
A Ruy Diaz, Mio Cid, que nadie le de posada;
Y si alguno se atreviese, el rey le da su palabra
de que perderá sus bienes y los ojos de la cara,
Y, además, ya no podría salvar el cuerpo y el alma.
English:
He turned and looked upon them, and he wept very sore
As he saw the yawning gateway and the hasps wrenched off the door,
And the pegs whereon no mantle nor coat of vair there hung.
There perched no moulting goshawk, and there no falcon swung.
My lord the Cid sighed deeply such grief was in his heart
And he spake well and wisely: “Oh Thou, in Heaven that art
Our Father and our Master, now I give thanks to Thee.
Of their wickedness my foemen have done this thing to me.”
II Then they shook out the bridle rein further to ride afar.
They had the crow on their right hand as they issued from Bivar;
And as they entered Burgos upon their left it sped.
And the Cid shrugged his shoulders, and the Cid shook his head:
“Good tidings Alvar Fanez We are banished from our weal,
But on a day with honor shall we come unto Castile.”
III Roy Diaz entered Burgos with sixty pennons strong,
And forth to look upon him did the men and women throng.
And with their wives the townsmen at the windows stood hard by,
And they wept in lamentation, their grief was risen so high.
As with one mouth, together they spake with one accord:
“God, what a noble vassal, an he had a worthy lord.
IV Fain had they made him welcome, but none dared do the thing
For fear of Don Alfonso, and the fury of the King.
His mandate unto Burgos came ere tile evening fell.
With utmost care they brought it, and it was sealed well
‘That no man to Roy Diaz give shelter now, take heed
And if one give him shelter, let him know in very deed
He shall lose his whole possession, nay! the eyes within his head
Nor shall his soul and body be found in better stead.’