Modern Translation

Aquí Trata de La Vieja Que Vino a Ver al Arcipreste y de lo que le Aconteció con Ella

Probar todas las cosas el Apóstol lo manda;

quise probar la sierra, hice loca demanda,

pronto perdí la mula y no hallaba vianda;

el que no se conforma con pan, sin seso anda.

 

El mes era de marzo, día de San Meder,

al puerto le Lozoya fui el camino a emprender.

De nieve y de granizo no me pude esconder;

quién no ha perdido y busca, lo suyo ha de perder.

 

En la cima del puerto tuve sorpresa ingrata

encontré una vaquera al lado de una mata.

Pregúntele quién era; respondiome: <<La Chata!

Yo soy la Chata recia, la que a los hombre ata.

 

>>Yo guardo este pasaje y su portazgo cojo,

al que paga de grado, nunca le causo enojo;

al que pagar no quiere, bien pronto le despojo.

Págame tú o verás cómo trillan rastrojo.

 

Me cerraba el camino porque era muy estrecho,

era sendero angosto, por los vaqueros hecho.

Cuando me vi en apuros, aterido y maltrecho,

dije: <<Amiga, sin gana ladra el perro en barbecho.

 

>>Déjame paso, amiga, darte joyas de sierra;

si quieres, dime cuáles usan en esta tierra,

pues según dice el cuento, quien pregunta no yerra;

¡Por Dios, dame posada! ¡el frío me echa en tierra!

 

Respondiome la Chata: <<El que pide no escoge;

ofrece alguna cosa y no hagas que me enoje.

Si das algo, no temas que la nieve te moje;

te aconsejo que aceptes antes que te despoje>>.

 

Ya la vieja lo dice, bebiendo su madeja:

comadre, el que no puede vivir, morir se deja;

así, muerto de frío, asustado y con queja,

ofrécele aderezos y zurrón de coneja.

 

Echome a su pescuezo por mis buenas respuestas

y a mí no me pesó que me cargará a cuestas;

excusóme pasar los arroyos y cuestas.

De lo que me ocurrió hice coplas son estas:

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